martes, 29 de julio de 2014

La única patria digna

Es martes y...

"La única patria digna es la que abarcan mis manos, contigo y con mis hermanos".

La única patria digna resiste entre la maleza y asoma ante la propaganda que rehuye cualquier respuesta. Malvive bajo un arcoiris de plastilina y simplifica burdas teorías con una mirada.

La única patria digna duerme a escasos metros de Tindouf, en las manos de Neruda y en el alma de las Madres de la Plaza de Mayo. Su latido todavía se puede escuchar en cunetas vecinas y entre la desolación gazatí.

La única patria digna son: Más Pueblas con micrófono, más Picassos, más Machados, menos pueblos bajo un trono y menos gritos apresados; Más caminos de la mano, menos balas de verdad, más Plateros, más Serranos y menos precariedad; Menos sueños enterrados y más gente con trabajo, menos ruido alborotado y mucho más puro relajo.

La única patria digna es una frontera por los suelos, una valla asesina en silencio, el mismo viento, el mismo cielo.

martes, 22 de julio de 2014

Humano, demasiado humano

Es martes y...

"Humano, soy demasiado humano, si fuera un animal sería más honrado. Humano, soy demasiado humano, cómo me arrepiento de haber bajado del árbol".

Fue echar el pie a tierra y comenzar a sospechar, como si el contacto con el suelo hubiera aplacado todo sentimiento de solidaridad. Nos convertimos en escafandras inmunes al afecto, en autómatas programados para uno mismo. 

La raigambre de empatía dio paso a una competitividad devoradora, donde los abrazos se convirtieron en leyenda y la paz en utopía. Hemos abandonado todos los valores que el instinto nos había regalado para llenar de vanidad nuestros bolsillos y nuestras cabezas. 

Si esto que vivo es el progreso, prefiero regresar al árbol donde tropecé con la felicidad. Si a cada paso que doy me siento preso, en el principio de todo encontraré la claridad.

martes, 15 de julio de 2014

Ahora ellos son Goliat

Es martes y...

"Piedras, llueven contra Sion, tierras regadas por la insumisión. Noches de miedo y de dolor, sangre, impotencia y frustración".

Los fuegos artificiales vuelven a anegar el cielo de los desheredados. Caen desde aviones judíos cataratas abrasivas sobre cientos de miradas demasiado acostumbradas al dolor. Están jugando a ser verdugos, sin más justicia que la vivida y sin más reproche que la condescendencia.

Los que reparten conciencia por el mundo, han concluido que todo está bien. Que los trapos sucios se lavan en casa, que cuando llegaron ellos, la lavadora ya estaba en marcha, con los buenos fuera y los malos dentro. Esa es la respuesta de quien invade por indicios, de quien bloquea por placer, pero no tocan a sus amigos, que ya sabrán lo que hacer.

Son la sombra de la sombra, un foco desgastado, la mano de un niño alzada entre la multitud. Son los que lanzan piedras, los que viven lejos, los que duermen debajo del ataúd. Son la resistencia herida, el rugido áspero, la camisa ensangrentada. Son la umbría entre dos monstruos, el reflejo diluido, la mitad de casi nada.

Ante el fuego una tirita, ante el llanto desoír. Nadie actúa, nadie grita, porque es nadie quien va a morir.

martes, 8 de julio de 2014

La fiesta en paz

Es martes y...

"Porque llegaron las fiestas a esta gloriosa ciudad, que son en el mundo entero una fiesta sin igual".

Porque llegaron las fiestas y con ello la alegría desbordante, el olor a tormenta de verano y la desmesura en los abrazos. Porque llegaron las fiestas y con ello la emoción de la música en las venas de la vieja Iruña y un corazón popular, alejado del burdo protocolo, latiendo con el vigor que las llena de sentido.

Porque llegaron las fiestas sí, pero con ellas, también, la agravada sombra de la violencia sexista. Miserables que acuchillan voluntades en el desgobierno de la inmensidad, al cobijo sordomudo de las calles, en el desvarío etílico de la ciudad. Valientes que se crecen en la marabunta, que ennegrecen el color de la igualdad. Criminales que con su desprecio ocultan, un triste complejo de inferioridad.

Que la fiesta luzca a cada hora y la alerta no huya de nuestros ojos. Es responsabilidad de todas, es responsabilidad de todos.

martes, 1 de julio de 2014

Nos lo merecemos

Es martes y...

Creo que tendríamos que encaramarnos a nuestras pestañas y encerrar el humo que nubla la calma. Sentir entrelazados los resortes de la imaginación y perder las alas de lo triste.

Creo que deberíamos de reencontrarnos con la serenidad maltratada y arrinconar la burocracia emocional. Acomodar la palabra marchitada y recuperar el instinto social.

Creo que nos corresponde reescribir el paso reposado y alcanzar con ello la eternidad. Encubrir al desencanto, inundarnos de arrumacos y aplanar la vanidad.

Creo que no nos queda más que enfrentar las pupilas en la atormentada afonía del silencio. Rebuscar en las entrañas la paz huida y canalizar el éxodo del desprecio.

Creo, sinceramente, que nos lo merecemos.