martes, 25 de marzo de 2014

Memoria rebelde

Es martes y...

Aún recuerdo la primera vez que sentí rebeldía, hasta entonces la rabia viajaba en un barco blindado. No apretaba los dientes, ni mi pecho ardía. Y la guerra acababa cuando uno ya estaba cansado. Los canallas eran solo una banda desafinada, y no llevaban corbata ni una lengua venenosa. Las fronteras llegaban hasta el filo de tu mirada, y la palabra no se disfrazaba de cruel vanidosa.

Aún recuerdo la primera vez que oculte mis pupilas, era el fuego del odio el que las ahogó en una laguna. No sabían de nada que no fuera vivir tranquilas. Y se encontraron con el peso de mil cencerros entre "joaldunak". Todavía pasea el recuerdo de verlas inquietas, sin camisas de fuerza que ataran su brillo inocente. Suspiraron al saber de sobres, cheques y libretas. De caricias compradas, militares y presidentes.

Aún recuerdo la primera vez que advertí la esperanza, fue al comprobar que la voz del pueblo no estaba enterrada. Convencidos de que estarán preparando la mudanza. Esos buitres sin moralidad y de alma gastada. Quiero sentir en mi piel el vértigo de una utopía, caminar a la vera del sueño anudado. Quiero ser el que venda los luceros con miopía, que anublan las agujas que cosen este suelo ajado.

Aún recuerdo la primera vez que sentí rebeldía. Cada momento entre rejas, cada silencio, cada día.

martes, 18 de marzo de 2014

La tirana y el alcahuete II

Es martes y...

El espectáculo debe continuar. Debido a la exitosa afluencia de público que obtuvo la primera entrega, los guionistas han decidido realizar una nueva función, material no les falta desde luego. Han sacado el tintero del cajón desastre y han maravillado, de nuevo, a la crítica. Si lo que pretenden es entretener, con su áspero sentido del humor, les aconsejamos que no abandonen nunca su profesión. Si su intención es otra, quizá deberían dejar de sacarse pelusas del ombligo y levantar la mirada hacia esa extraña multitud llamada gente.

A esta nueva ceremonia la han denominado "El loctite en el sillón y para otros el marrón". Con este título han pretendido encarnar, aseguran, la profundidad de los valores de los personajes principales.

A continuación les ofrecemos un resumen del esperado producto, en el que Robertito y Yolanda lograrán cautivarnos con su preciosista interpretación:

"Desde un primer momento el pequeño héroe del pueblo cae rendido en brazos de su deseada, obviando los cantos de sirena que, desde el butacón de la sensatez, le aconsejaban huir desaforadamente de la maquillada sonrisa de su pretendida. Haciendo caso omiso a dicha recomendación firmaron su compromiso en una ceremonia celebrada por todo lo alto. El angelito y el demonio habían saltado desde cada hombro del director para sellar el enlace en su coronilla. La felicidad desbordaba los papos engalanados de la "jet set", de "la crème de la crème" de la región. Los fuegos artificiales inundaron el cielo de color y esperanza para todos ellos. El bien triunfaba, de nuevo, sobre el mal. 

Pero, como ocurre alguna veces, la rutina aplastó los sentimientos y la ruptura no se hizo esperar. Después de algo más de un año de besos a escondidas y arrumacos de soledad, nuestro joven alcahuete decidió volar solo. Él siempre había soñado con alcanzar el cielo, lo que nunca le habían contado, al pobre, es, que eso que le salían de los hombros no eran alas y que las matemáticas eran una ciencia exacta. Había perdido el norte, para deleite del sur. 

A pesar de que fuera un barquito de papel en medio del océano, la gallardía del iluminado no conocía limites y, por ello, decidió continuar pegado a la butaca. Lo mismo sucedió con la dulce doncella que, contra viento y marea, se aferró a la mecedora como un niño a su piruleta. ¿Será por su aroma embriagador o por su falta de decoro? ¿O será porque el brillo de su dignidad es incoloro?"

martes, 11 de marzo de 2014

La tirana y el alcahuete

Es martes y...

"Ocupen su localidad y presten todos atención, apunto está de levantarse el telón".

La obra, representada por nuestros más ilustres actores, ha supuesto una revolución dentro de las artes escénicas. Los maquiavélicos giros de guión, paridos por la más avezada de las plumas, han provocado en la mente del espectador una conmoción difícil de digerir. No nos habían preparado para semejante impacto.

Majestuosamente dirigidos desde la poltrona capitalina y su frente despejada, la sensación que reposa en nuestros paladares ha sido, digámoslo en un tono educado, nauseabunda. Por lo visto, desde el palco no se apreciaba, con la suficiente nitidez, la basura acumulada en el escenario, y, es por ello, que han considerado más oportuno continuar con el espectáculo tal y como ellos mismos habían diseñado desde el principio. Es necesario advertir que a los infortunados actores, pese a creerse los reyes del mambo, no les han dejado coger las escobas, seguramente porque habrían acabado, ellos también, en el fondo del contenedor. Tiempo habrá para que los espectadores saquen el escobón y desaparezca el mal olor.

He aquí una pequeña muestra del ingenioso diálogo, ofrecido en una de las escenas, que nos ha dejado boquiabiertos:

"Estando, la feliz pareja, disfrutando de la soleada tarde que los primeros días de Marzo les había regalado, nuestro galán le propuso un divertido juego a la dulce dama de sonrisa eterna. En un alarde de imaginación, pongamos que él se llama Robertito (así le llaman en la intimidad) y ella, Yolanda.

   Comenzó él la parodia -Veo, veo.
   A lo que ella respondió -¿Qué ves?
   -La canción que más deseo.
   -¿Es de Pablo Milanés?
   -Cómo me conoces, anda anda.
   -¿Cómo no te voy a conocer?
   -"Eternamente Yolanda".
   -Tú, que mueres a mis pies."
   
Desde aquí, nuestro más sincero agradecimiento a guionistas, directores y demás estadistas que han hecho posible que esta tragicomedia (trágica y cómica, a partes iguales) haya sido interpretada en nuestra querida tierra, a pesar de haber sido moldeada y orquestada al otro lado del Ebro.

martes, 4 de marzo de 2014

Sombras

Es martes y...

"Solo somos sombras, reflejo de lo que fuimos"
Sombras que se pierden a la luz del olvido
Solo somos sombras, difusas en el camino
Un mínimo en busca del calor huido.

Solo sombras a la espera de un destello
Una bota rota que nadie ha sabido atar
Solo somos sombras replicando al cielo
Que en este suelo herido se nos ha olvidado amar.

Solo somos sombras en el mejor de los mundos,
El que nos abraza bajo el sueño de "ojalá",
El que nos invita a la anestesia del futuro
Solo, solo somos sombras y nada más.

Ya no es necesario el sol para esculpir tu sombra
Y han teñido las aceras con pisadas clandestinas,
Si amanece en el rumor de noches que te nombran
Siempre habrá una sombra con labios de celestina.

Si soy un buhonero encaramado a una sortija
Y mi alma helada se sonroja al verme regatear,
Y si a ciegas, entre dudas, sé que elija lo que elija
Siempre habrá una sombra acechando tras el cristal.

Será tu susurro el que dispare contra ella
Tu voz la que llene mis pupilas de color
Será tu firma la que interponga una querella
Contra esa maldita sombra que, a veces, soy yo.