lunes, 16 de septiembre de 2019

No hay tregua

Cuando ya me daba por amortizado me han obligado a volver. Cuando mis letras se creían en paro, las he rescatado de su nado para renacer. 

Despierto y suena otro grito cayendo al vacío, otra patada a las puertas del juicio final. Van difuminando cada sueño que tenías de crío, mientras crecen los billetes de la patronal. Cargan y disparan sin silenciadores, borran los derechos que nunca tuvimos. Y aún así seguimos en la cama con temblores, restos del orgullo de una clase que sí fuimos. 

Vamos a retomar una conciencia maltratada. Vamos a caminar con paso fuerte hacia su muro. Vamos a resurgir entre pedazos de la nada. Vamos a deshacer las cadenas de su seguro.

Vamos a volver a respirar huelgas de rabia. Vamos a exigir que se respeten nuestras vidas. Vamos a ondear sobre el Reichstag de su Alemania. Vamos a fruncir el ceño firme como Frida.

lunes, 2 de septiembre de 2019

Los imprescindibles

Miro a mi alrededor y cada vez veo más huecos. Cada vez menos latidos, menos ríos de savia. Se van yendo, los imprescindibles cogen vuelo. Cada vez más rotos, como el cielo de Yugoslavia.

Miro a mi alrededor y van fallando los puntales. Cada vez menos lazarillos en un mundo ciego. Ruge el frío crepitar de cada adiós en los cristales. Mientras nos ahoga el chispazo vano de este fuego.

Miro a mi alrededor y los fantasmas son de humo. Es de niebla la luz que desdibuja el horizonte. Se han rasgado los atardeceres de los que presumo. Ojalá perdiera el rumbo la barcaza de Caronte. 

Se van yendo, los imprescindibles cogen vuelo. Como Frida, como Marcos, como tú, Martín. Se van yendo y en la orilla de este duelo, nos queda el consuelo, la memoria y "Un bolero en Berlín".