lunes, 16 de septiembre de 2019

No hay tregua

Cuando ya me daba por amortizado me han obligado a volver. Cuando mis letras se creían en paro, las he rescatado de su nado para renacer. 

Despierto y suena otro grito cayendo al vacío, otra patada a las puertas del juicio final. Van difuminando cada sueño que tenías de crío, mientras crecen los billetes de la patronal. Cargan y disparan sin silenciadores, borran los derechos que nunca tuvimos. Y aún así seguimos en la cama con temblores, restos del orgullo de una clase que sí fuimos. 

Vamos a retomar una conciencia maltratada. Vamos a caminar con paso fuerte hacia su muro. Vamos a resurgir entre pedazos de la nada. Vamos a deshacer las cadenas de su seguro.

Vamos a volver a respirar huelgas de rabia. Vamos a exigir que se respeten nuestras vidas. Vamos a ondear sobre el Reichstag de su Alemania. Vamos a fruncir el ceño firme como Frida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario