Es martes y...
"Numantino sin Numancia, si los desahucia el banco este lunes quién hará lumbre con tus cimientos"
El ruido mediático que abanica diariamente a determinados privilegiados nos ha permitido conocer la dura y emotiva historia de Doña Carmen. Una digna representante de la silenciada vecindad del barrio de "Los Sintecho". Una condenada más por el tribunal de la usura y sus gobernantes. Una presa indefensa entre tantas, de hambrientas hienas al acecho. Una estrella de miles que, todavía, resisten brillantes.
La respuesta contundente de un barrio, que conserva intacto su carácter solidario, ha permitido edulcorar el feroz atropello y devolver a esta mujer el sueño robado. Mientras tanto, bajo el foco parpadeante de alguna farola y al calor de la acera, siguen latiendo infinitos cartones con vida.
Sumisos al amigo del amigo del banquero, expertos en sonreír al vomitar cada falacia, aduladores profesionales de cada buitrero, el caldero ya echa humo en nombre de la democracia. No habrá ni una lágrima que llegue a acariciar el suelo, siempre habrá una mano amiga en tu mejilla colectiva. Siempre habrá una lucha que te empuje hasta alcanzar el vuelo, porque ninguna derrota es la definitiva.