Es martes y...
"La única patria digna es la que abarcan mis manos, contigo y con mis hermanos".
La única patria digna resiste entre la maleza y asoma ante la propaganda que rehuye cualquier respuesta. Malvive bajo un arcoiris de plastilina y simplifica burdas teorías con una mirada.
La única patria digna duerme a escasos metros de Tindouf, en las manos de Neruda y en el alma de las Madres de la Plaza de Mayo. Su latido todavía se puede escuchar en cunetas vecinas y entre la desolación gazatí.
La única patria digna son: Más Pueblas con micrófono, más Picassos, más Machados, menos pueblos bajo un trono y menos gritos apresados; Más caminos de la mano, menos balas de verdad, más Plateros, más Serranos y menos precariedad; Menos sueños enterrados y más gente con trabajo, menos ruido alborotado y mucho más puro relajo.
La única patria digna es una frontera por los suelos, una valla asesina en silencio, el mismo viento, el mismo cielo.