martes, 26 de agosto de 2014

Mis hermanos

Es martes y...

"Mi hermano despierto mientras yo dormía, mi hermano mostrándome, detrás de la noche, su estrella elegida".

Tengo hermanos que acarician ventanas con vistas al cielo. Tengo hermanos con pies de madera en caminos de barro. Tengo hermanos que huyen del fuego por no ver cenizas. Los tengo entre el llanto gastado de un sueño hecho trizas.

Tengo hermanos que pintan su piel de tres mil colores. Tengo hermanos que burlan fronteras de exterminadores. Tengo hermanos que duermen pegados a bombas de arena. Los tengo atrapados al sur del cerrojo de su condena.

Tengo hermanos que nacen en brazos de una patera. Tengo hermanos que han visto el océano antes que la tierra. Tengo hermanos con surcos y arrugas con acantilados. Los tengo feroces ante la historia alienante de sus hermanos.

Tengo hermanos con la dureza, en valor, de una roca. Tengo hermanos que alzaron firme, la frente, en la cumbre. Los tengo en la eternidad que nos regaló su boca: "Dispara cobarde, solo vas a matar a un hombre".

Los tengo inmortales por la inquebrantable defensa de sus ideales. Los tengo inmortales porque su voz es el punto final de los finales.

martes, 19 de agosto de 2014

¡Viva! ¡Gora!

Es martes y...

Eran muy pocos los minutos que resistían al estallido, pero, por un momento, todo pareció detenerse. Un silencio envolvente se adueño del escenario, engalanó mi suerte y cubrió de emoción cada milímetro.

Como si Julio hubiera pausado una a una cada imagen grabada. Como si la Comparsa quisiera que ese vals no acabara nunca. Como si la mecha fuera luz entrecortada. Como si surgiera de la nada una pregunta. 

La repuesta era el inmenso orgullo de poder encender la fiesta en nombre de todos los amigos que abarrotaban la plaza y de todos aquellos que, por diversos motivos, no podían acompañarnos, pero que sentíamos muy cerca. Tan cerca que su aliento fue la guía que me susurro cada palabra.

Solo nos queda seguir brindando, que el fusil de música dispare. Solo nos queda seguir cantando, y llenando cada hueco en cada calle.


martes, 12 de agosto de 2014

El valor de los nadie

Es martes y...

"Que más da negro, blanco o amarillo, si cada persona tiene su brillo, descubridlo".

Un nuevo capítulo de humanismo irracional sobrevuela nuestras cabezas. Esta vez se le han puesto fronteras a la solidaridad, se ha despreciado cada migaja de afecto y se ha dilapidado, letra a letra, la palabra fraternidad.

Resulta que se puede fletar un avión, desalojar una planta de un hospital y encaramarse a una enseña nacional con toda la maquinaria propagandística echando humo, y, a su vez, abandonar a su misera suerte a quienes no profesan tu misma nacionalidad. El orgullo patrio se pudre en la indigencia de su moral y en la penuria de su egoísmo. Ha patinado al regazo del temporal que alimenta su viento de patetismo.

El ébola no tiene cura, y así pasarán los años. El ébola no tiene cura porque solo mata africanos.

martes, 5 de agosto de 2014

Colectividad

Es martes y...

"Aquí las distancias se miden atando cabos. Aquí las preguntas ignoran las respuestas que siempre han buscado".

Se presuponen preparados, con la lucidez de las mentes más brillantes. Se intuyen capacitados, duchos, entendidos y competentes. Son los que manejan el cotarro, quienes cortan el bacalao. Son los iluminados, los maestros del tablao.

Manejan sofisticadas estrategias para moldear nuestro presente e inventan maniobras enrevesadas con las que justificar su jornada. Sin embargo, el fruto de su gestión es una zancadilla tras otra, un maniquí roto entre los escombros de su desvarío.

Quizá, intenten ampararse en la dificultad de organizar una colectividad diversa y desordenada, pero ese argumento, simplemente, no me vale. Esta semana hemos disfrutado de la convivencia entre personas muy diferentes, a la vera de San Miguel de Aralar y entre guerras de agua. Al ritmo que nos marcaba la música, hemos podido comprobar como la complejidad, el alboroto y los obstáculos tienen un remedio infalible, se llama voluntad.

Tome nota presidente, la constancia no se compra. Nace dentro de la gente, iluminando cada sombra.