Es martes y...
"Que más da negro, blanco o amarillo, si cada persona tiene su brillo, descubridlo".
Un nuevo capítulo de humanismo irracional sobrevuela nuestras cabezas. Esta vez se le han puesto fronteras a la solidaridad, se ha despreciado cada migaja de afecto y se ha dilapidado, letra a letra, la palabra fraternidad.
Resulta que se puede fletar un avión, desalojar una planta de un hospital y encaramarse a una enseña nacional con toda la maquinaria propagandística echando humo, y, a su vez, abandonar a su misera suerte a quienes no profesan tu misma nacionalidad. El orgullo patrio se pudre en la indigencia de su moral y en la penuria de su egoísmo. Ha patinado al regazo del temporal que alimenta su viento de patetismo.
El ébola no tiene cura, y así pasarán los años. El ébola no tiene cura porque solo mata africanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario