martes, 15 de abril de 2014

Introspección

Es martes y...

Sé del luchar ante atropellos, del grito unánime ante injusticias justificadas. Conozco la mirada fija entre cadenas de oro, con las manos limpias, por lenguas de arrojo. Camino por senderos trabajados con palabras. Sé de la lucidez de mentes avergonzadas, de su cordura apaleada y su rostro invadido de sonrojo.

Intuyo el despertar de pestañas afligidas ante la despiadada tropelía. Advierto el color en noches de humo negro, de niebla concentrada, de luz que no se ve. Sé del despojo inmune del poder, de su asalto a nuestras almas, de nuestro día a día. Conozco la veloz sequía de una voz, su promesa sonriente y su segundo en caer.

Sé del actuar con perspectiva en cada paso contundente. Conozco puños agarrotados desgastando monedas. Sé de presidentes, de programas, de decencia ausente. Sé de su decoro, en nostálgico abandono por veredas.

Conozco rincones de arena incandescente, de fuego caído del cielo. Sé de un universo oscuro, de sombras escondidas tras un roble viejo. Sé de ti, de tus ojos, de tu vida, de tus sueños. "Desconozco, sin embargo, ese rostro, vagamente familiar, que me mira, a cada instante, desde el espejo".

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