martes, 28 de enero de 2014

Poemas en el viento

Es martes y...

No podemos mirar hacia otro lado, ni encadenar nuestras pestañas al olvido, no debemos caminar como un rebaño, ni pensar que todo está perdido.

Fueron la bandera del compromiso popular, la ira de los desalmados, el silencio en las noches de lluvia, mientras su pluma gritaba por ellos. Forjaron su presente de color aplastando militares entre versos, sin cultura no cabía amor, ni pupilas al sol entre besos. Nuestra parálisis es su calvario, nuestra rendición su cruz, alcemos la voz de entre las sombras y alumbremos un futuro de luz.

Padre de la luz y de la sombra
Siempre con los ojos bien abiertos
El viento del pueblo ha soplado tu nombre
Miguel Hernández, verso boquiabierto.

Ni la tristeza ni la depresión
De verse lejos de su cuna
Ahogaron la ambición de Juan Ramón
De escribir la historia con su pluma.

El último verso fue exiliado
Un sueño libre huérfano de ti
Nunca resignado a vivir agachado 
Machado, de pie hasta el día del fin.

Quisieron enterrarlo en la cuneta
Que su voz se apagara para siempre
Pero su Romancero hizo la peineta
Firmando con un Lorca eternamente.

En cada desesperada canción de amor
Parece que ha inventado la escritura
Se funden en silencio y el dolor
En los versos más tristes de Neruda.

Lo dejo aquí escrito con sello lacrado
Poniendo la semilla en este huerto
Cuento con la suerte de poder expresarlo
Si fuera el 39 ya estaría muerto.


martes, 21 de enero de 2014

Iguales ante la ley

Es martes y...

"María Cristina me quiere gobernar y yo le sigo, le sigo la corriente, porque no quiero que diga la gente que María Cristina me quiere gobernar".

El Fiscal del caso Nóos ha cogido el micrófono y se ha puesto a cantar para despelote del Ministerio de Justicia. El pretendido indulto público, aplaudido por revistas y demás títeres con pluma y Photoshop, todavía retuerce, entre lágrimas de mofa, el sillón de Gallardón. Mientras los cimientos de la corona penden de unas muletas balbuceantes, los más nostálgicos limpian las babas que van dejando a su paso.

Manchar, gratuitamente, el apellido de una familia tan querida por todos sus súbditos, solo puede ser fruto de una conjura judeo-masónica, malditos rojos. Infectar la opinión del pueblo llano con blanqueos y corruptelas, al alcance exclusivo de la comprensión de las élites más elitistas, no puede empañar el extraordinario papel de representación e imagen que la casa real, tan brillantemente, ha ejercido a lo largo de tantos años.

Cómo olvidar su grandiosa aportación a la Marca España en la sabana africana, exterminando esas horribles bestias con colmillos y trompas descomunales. Cómo olvidar su verborrea sinfónica, encarnando al mismísimo Felipe II, mandando callar a ese señor, elegido en esas urnas de cristal, que osaba defender los derechos de los más humildes. Cómo olvidar su férrea defensa de las libertades en esa maravillosa intervención, ante un inesperado golpe de estado que amenazaba con romperlo todo, desde su butaca en Zarzuela. 

Las gracias las guardamos para cuando sean un bonito recuerdo. Sueño cada noche con el mar de los Borbones, donde falte oxígeno y sobren tiburones.

martes, 14 de enero de 2014

Gripe pasajera

Es martes y...

Camillas por el pasillo, biombos de tapadera, nos han robado las horas pero no la primavera.

El atropello de lo público ha hecho cumbre en los hospitales. Son las propias urgencias las que piden oxígeno urgentemente. Antes, el problema era aparcar fuera, ahora, los atascos se han refugiado dentro, y la respuesta política se ha cargado de originalidad, no sin antes culpar a una gripe pasajera de sus macabras consecuencias.

El viejo truco de la privatización como panacea global empieza a oler a podrido. Alegan un aprovechamiento de los recursos más eficiente, una especialización que incrementa la productividad y un beneficio para todos que nos hará más felices que unas perdices, que por lo visto lo son. Lo que olvidan comentarnos, en un descuido tonto, es que, como consecuencia de su brillante gestión, dentro de unos años acabarán en el consejo de administración de alguna de las empresas que, casualmente, han ocupado el recinto público. Supongo que, llegado el momento y a tenor de sus declaraciones de beneficio común, repartirán sus sueldos entre sus conciudadanos. Todavía espero el ingreso en mi libreta, mañana volveré a actualizarla.

Gritemos fuerte desde el lodo, como un suspiro por el aire, si no hay café para todos, no habrá café para nadie.

martes, 7 de enero de 2014

Revuelta en tiempos de amor

Es martes y...

Toca no mirar las piedras del suelo
Apretar los dientes si escuece la herida
Toca respirar y no implorar al cielo
No van a llover ni pócimas ni druidas.

Más amor no cabe en este día roto
Roto de silencio y de lágrimas secas
Más amor no cabe, me explota por dentro,
Del hogar vacío que dejé detrás.

Hoy suena la alarma
Que incendia mi alma
Entre antidisturbios.

Un desahucio quema
La fe en un sistema
Y sus mil delirios.

Qué difícil es no sonreír al escuchar tu nombre
Sin embargo, quieren robarnos el corazón
Quieren rearmar el pasado más amargo
A costa de violar la razón de la razón.

Sueño con besarte el día que apaguen la luz
Cuando quede a oscuras de miseria su mirar
Sueño con clavar el último clavo en la cruz
Del áspero sueño que no nos deja soñar.

Vivimos en una nube
Donde cada día llueve
Una gota de dolor.

Que no elijan tu camino
Ni te marquen el destino
Revuelta en tiempos de amor.


viernes, 3 de enero de 2014

Fin de año

Es martes y…

Se acaba el año y seguimos a las puertas del cielo, esperando a que nos dejen pasar y poder ver la luz. Esa que trepa como una lagartija tras una subasta orquestada, una cortina de humo parida en Moncloa, en el festival del puro encendido con facturas de Iberdrola. Después de fingir un huracán es más fácil regalar una tormenta. Todavía tendremos que daos las gracias.

Se acaba el año y seguimos a las puertas del cielo, esperando a que nos dejen pasar entre la niebla del desaliento. Caben millones de motivos para que la lucha tiña cada cana de traición escupida en cada discurso. Nos dicen, como si de oro, incienso y mirra se tratara, que cada vez se destruye menos empleo. Señor presidente, cuando el pozo se vacía ya no se puede sacar más agua. Ahórrese sus halagüeñas previsiones para los mítines ante los suyos, en este sótano no hay ascensor y los escalones pican demasiado alto. 

Se acaba el año, y mientras tanto, quedan muchas razones para la esperanza, todas y cada una brotando del subsuelo del poder. La defensa inquebrantable de una sanidad pública y solidaria eleva a la categoría de héroe a todos esos anónimos de batas blancas. La defensa inquebrantable de un sistema educativo sostenible y sin el yugo del adoctrinamiento alienta un futuro en color, porque nuestros maestros sí nos han enseñado a coger el cielo con las manos, a reír y a llorar lo que escribimos. Sigo soñando con que los únicos recortes en educación los hagan los niños en cartulinas. 

Que las caricias del tiempo ahoguen cada paso con cadenas, porque no habrá silencio en la voz del pueblo que aniquile su condena.

Manos entrelazadas

Es martes y...

Desde niños nos han enseñado a dibujar el hogar perfecto, con su mamá, su papá y su parejita, su casa con chimenea y su día soleado. Nos han intentado serigrafiar, con tinta indeleble, el ideal de familia feliz, el no va más en amores celestiales. Todo aquello que saliera del raíl de su modelo era, algo así, como un amor infernal, con cuernos y rabo incluidos. Han clavado en la cruz del decoro el estigma de que otras formas de cariño, no solo carecen de validez, sino que inyectan en las venas de la sociedad la droga más dura y despreciable.

Una vez aplicado a juicio público cada sueño clandestino, ejecutan su sentencia con miradas afiladas y abucheos del silencio más cruel. He aquí su veredicto: "el delito es incuestionable. La pureza del conjunto de valores, que dotan de sentido a nuestra vida, no puede contemplar que dos labios se enfrenten, como si de un espejo se tratara, si son ellas y son ellos por su lado y no son ellas y ellos a la vez". 

No nos queda más que alzar las armas con sus almas, evitar que esas sonrisas vivan cautivas en el zulo del desprecio y derribar el muro de la rancia moral. 

No es más amor por pasar por el altar, ni exige cada abrazo vivir preso, que no te roben el placer de suspirar, ni te escondas para regalar un beso.

Aviones por el cielo

Es martes y...

Nos han robado las fronteras, esas que marcan los acantilados, las montañas que se elevan como si quisieran acariciar la luna y los ríos que parecen mares desde el otro lado. No contentos con levantar muros avergonzados, nos abofetean la cara con orgullo nacional, nos "regalan" un desfile, exhibiendo juguetes que asesinan por la paz, como si fuera lo único que fija su andamio al suelo, la única razón hiriente de celebración.

Cae como un puñal desde el cielo cada procesión de aviones dibujando garabatos, apesta a tragedia medieval cada cuadre militar ante su amo, y suena a sonajero malherido cada aplauso sumiso desde el graderío. Sus banderas nos han tapado el sol, mientras ondean altivas, olvidando que son solo trapos de colores. 

Intentan comprar, con un dinero que no tienen, sentimientos que cotizan a la baja en el mercado de las emociones. Que me disculpen, pero mi país no tiene sombras que protejan mi mirada, ni necesito cañones para regalarte una flor, quiero ser el ancla que aparezca de la nada, y poder llamarte hermano sin importar el color. 

Mientras tanto, espero el referéndum que decida si dejamos de mirarnos el ombligo para volver a mirarnos a los ojos.

Viaje de ida y vuelta

Es martes y...

Una procesión de sueños maltratados, un destino perdido a la contra del mar y una voz sin eco porque el desierto no tiene fin. Cuando la única opción es huir o morir, la arena incandescente taladra cada hueso de los pies a cada paso y los segundos se eternizan sumando lágrimas para formar un oasis.

El verdugo se empachó de horizonte ante el abandono más mezquino de ese mundo de primera, permitieron que un loco con corona, que se cree elegido por Mahoma, abrasara la identidad de un pueblo, tan pacífico y auténtico, que camina a la vera de su recuerdo. 

Acamparon a la espera de poder volver a casa, de limpiar sus cristales y regar sus jardines. Pasan los años y las noches se comen los soles, las horas los minutos y el sudor el desaliento. El siroco brama por un genocidio puesto en bandeja, allí no hay intervenciones ni armas nucleares, allí no huele a petróleo ni a diamantes en bruto. Allí se ha levantado un muro mientras el resto se echaba la siesta o compartía mesa en Zarzuela. A pesar de todo y a pesar de todos queda un día menos para regresar. 

Camino quebrado, llanto en sequía, fuego en el alma, estrellas de guía, en cada reflejo de cada pupila, Sahara clama su luna de día.

Entre rojo y negro

Es martes y...

Un fantasma recorre el mundo, el fantasma del capitalismo. Es el sueño de libertad, del yo te doy y tú me das, del yo te dono y tú me adjudicas. La mano invisible abarca cada vez más miga del pan obrero. Nos han convertido en retazos de divisas. Si sube el dólar se nos riza el pelo, si baja el yen caemos en depresión. No hay abrazos si no crecen las reservas de brent y no hay caricias si en Manhattan se pone a llover.

Hace mucho que a la señora justicia se le ha caído la venda de los ojos y se le ha oxidado la balanza. Hace mucho que al señor decoro se le han arrugado las vergüenzas y ha tropezado en la roca de la recalificación. 

Nada importa más que un incremento del 0,1% en los resultados de la empresa. Si es a costa de salarios, que así sea, y si se recorta en seguridad es por el bien de todos, una cuestión de viabilidad. Después, nadie va a llorar en el ataúd de un minero, ni vendrá el presidente a derramar lágrimas de cocodrilo ante una bandera que lo cubra. Cinco minutos de telediario serán su triste réquiem, su epitafio ronco de silicosis. 

A la sombra del patrón, en el pozo María Luisa, seguirán tiñendo en rojo, de sangre, cada camisa.

Esta es una noche de rock & roll

Es martes y...

"La comedia ya ha empezado, ahora sales tú, ¡muere rocanrol!". Así rugían, a dúo, las voces de El Drogas y El Boni, allá por los 80, en alguna oscura bajera de ese barrio conflictivo. Seguramente, no eran conscientes de que estaban creando un monstruo, el monstruo más hermoso que ha pisado un escenario.

Han sido más de 30 años de besos, callejones sin salida y ovejas negras. Ya sabían que jugando en casa, victoria segura, pero también arrasaron en patios de otras cárceles. Sudaron su talento a borbotones en canciones despeinadas, y guardaron el silencio en caracolas, para que su eco volara entre las olas de una noche encadenada. Como decía el maestro Rosendo, prometo estarte agradecido. Nos han hecho gritar cuando ya estábamos afónicos, saltar después de horas con la lengua fuera, llorar en cada frase distraída y sentir pasión por el ruido.

Ahora, el tiempo se detiene, quiere ser eterno por unos segundos, demorar este final sin punto que lo demuestre. Suplica una tregua a este agur que se despide para quedarse. Mientras sus notas sigan jugando en los altavoces de algún coche, se despiden para quedarse. Mientras cada himno revolotee en la garganta de los tenores de ducha, se despiden para quedarse. Mientras sus estribillos consigan acariciar nuestra vaga memoria, se despiden para quedarse. Porque el aire no se puede quemar, ni vuela un punteo desafinado, porque lentejuelas han vuelto a brillar, cada noche, como siempre, demasiado.

"Pon esa música de nuevo, son un montón de recuerdos..."

Dentro de mí

Es martes y...

"Soy poco más que una traición en punto muerto".

Soy poco más que unas cadenas desgastadas de caminar, un poco menos que la destreza de tus ojos, un grillo ardiendo entre cerrojos de puertas de cristal.

Soy poco más que, entre tus manos, las mías entrelazadas, un poco menos que casi todo, un lobo hundido en el lodo en un atardecer de madrugada. 

Soy poco más que una caricia en el descuento y un lamento en espiral, un tiempo muerto en el momento de la cuenta atrás. 

Soy poco más que una revolución sofocada, que una balada en el viento, de aquel maqui y su tormento, que la rosa del partido marchitada. 

Soy poco más que la suma de ti, que el caer y poder verte después de un segundo inerte, y volverlo a repetir. 

Soy poco más que no saber donde mirar, que el infinito desbordado, que unos grilletes de juguete en soledad. 

Soy poco más que un brindis con mis amigos, unas cervezas bien frías y mi sueño de testigo. 

Quiero ser, al menos, un poco más que una traición.

De memoria y desmemoriados

Es martes y…

El Parlamento de Navarra ha sido el primero en aprobar una ley para recuperar, reconocer y rehabilitar la memoria de las víctimas del franquismo. Entre tanto, la tristeza reverdece al ver a la unanimidad esconderse tras los escaños de la derecha. Se derrumba el castillo de naipes de la dignidad humana cuando intentan justificar su negativa a apoyar esta propuesta, han llenado sus papadas majestuosas con las cloacas del desprecio más miserable. 

Aquí no hubo guerra, aquí hubo sumisión, desespero y más de 3000 almas fusiladas. Pero para ellos las víctimas tienen un solo color, el resto son datos estadísticos. Han pasado más de 30 años desde esa maravillosa transición, colmada de un consenso rebosante y de una fotografía para la historia, casi nadie se movió para que saliese perfecta. En un abrir y cerrar de ojos teníamos una democracia plena. En un abrir y cerrar de ojos habían dejado todo atado y bien atado. 

Esta ley es un motivo de alegría entrecortada, de miradas compartidas en la acera y de abrazos que vuelan como cometas, un bocado a un recuerdo en huelga de hambre, porque cuando llueve moja, en sangre, las cunetas, de puños en alto colgados en el alambre. 

Dibujaron el mal sueño, la picota herida, el turbante en celo
Con las manos de quien llora almas por suelos sin cielo
Construyendo su sentencia en bloques de piedra, agujas en flor
Al mayor de todos ellos, asesino abajo firmante, malhechor.

Quien pudiera huir del lastre, del ángel, del santo
Exilio igual a futuro, maldito encanto, bendito llanto
Pandilla de entes, entre tanto tonto, alguno destaca
Es el que ordena clavar con saña, en el suelo la hoz, en el cuello la estaca.

Y ya no se si se aceleran o si van menguando los latidos
Mientras, la memoria huye y su rastro quieren camuflar
Enterrada en la cuneta recupera el grito del olvido
De una guerra que no perdimos, que dejamos de ganar.

Aquí me planto, haced conmigo una marioneta de lágrimas
Aquí escribo sobre papel mojado, empapado de desaliento y no de lluvia 
Aquí claudico, caudillo maldito, causa prófuga de mi arrepentimiento
Años después muchos siguen cuestionando si todavía miento.

La luz entre tinieblas

Es martes y...

Muchas veces está la primera en la fila para correr el telón, aparece ante tu mirada como una estrella fugaz, cortante, intensa, agotadora. Lo inunda todo, a pesar de ser la única margarita de hojas pares, si por ella fuera jamás me habrías querido.

Existen, por cada razón para morir, 400 más que te ponen los manguitos. Brotan, por cada hilo de voz que rasga tus cuerdas, 100 guitarras acariciando las suyas. Amanece cada día, aunque las nubes de aquella letanía intenten emborronar un cielo, ya de por si, oxidado. No hay pena más vacía que el penar por lo perdido, ni más silencio caído que una voz sin poesía. 

Ya tendremos tiempo de morir, de apagar la luz de este lucero, ya caeremos presos del huir, del calor oscuro, del sin ti me muero. Ya tendremos tiempo, y mientras tanto, venzamos cada vida sin latidos, hagamos el falsete al contracanto de cantar en sueños desconocidos. Sintamos nuestras pupilas unidas, nuestras torres enrocadas, nuestras reinas despedidas. Queramos como nunca hemos querido, que no hay guerra en que no quede fusilada, la mirada en unos ojos malheridos. 

Cuando llegue la hora, como un naranjo en flor. Cuando llegue la hora, no mueras más que por amor.

El pan del alma

Es martes y…

Nada importa más que una buena alimentación. Preparar a fuego lento cada ingrediente para saborear el resultado final entre amigos. Cuando se van mojando las bases de papel que sujetaban la estructura de esta sociedad y el devaneo anuncia la destrucción, defender el pan de los sentidos se hace imprescindible. Nace en cada uno de nosotros la obligación de contener, a barricada limpia, el avance imparable del recorte. Cada pentagrama robado, cada fotograma malherido y cada escena sin telón que lo cubra, son un hachazo directo al pelo en punta de la emoción. Amputar la inversión en cultura cada vez que aletea una mariposa se ha convertido en el pasatiempo preferido, casi en una obsesión. 

Un pueblo que se permite caminar sin la cultura por horizonte, olvida las cadenas que, en sus pies, hacen que camine cada vez más lento, más sumiso, menos pueblo. 

Pintas cada noche oscura haciéndola más clara
En un tango enredado o en un blues impaciente
En el son cubano de mi guitarra hermana
Canta La Habana al Ché, en los labios de su gente.

Una trompeta levita en las manos de un mago
En un tributo a Henry James se hace de día
Ni las nubes ni los soles pasan de largo
En el letargo amargo de tu ausencia fría.

Cada bemol sostenido de mi voz
Teje cuerda a cuerda cada color
De un arcoíris de 7 notas.

En este suelo armónico de paz
En el país de Beethoven y Serrat
Me siento un auténtico patriota.

Eres el idioma con el que los dioses hablan
Eres el suspiro alado que aletea un colibrí
Eres el silencio ronco entre cada palabra
Que grita desesperada: “Quien me ha robado el mes de Abril”.

Has punteado las cuerdas donde tiendo mi fe
Vendiéndote al diablo en cada balada de Queen
Me has cambiado el sueño, poniéndolo del revés
Y has quitado el velo que me separa de ti.

Eres la misma en Ruanda que en Bolivia
Eres arma de construcción masiva
Eres sombra, eres luz.

Eres la misma que paraliza el mundo
Eres eterna en cada segundo
Eres música, eres tú.

Latidos

Es martes y...

El otoño se ha metido entre las sábanas, hijo adoptivo de este verano, nieto de aquella primavera y padre de un invierno que ya espera.

Llega el otoño, toca reír cuando del cielo nos lluevan sus mares, y toca llorar cuando la radio, en lugar de acariciarnos el tímpano con una poesía rasgada de Extremoduro, nos escupa algún discurso amargo de algún iluminado. Carroñeros que pasean su patetismo por el mundo vendiéndonos sus brotes verdes de vergüenza y sus cafés con leche y sal. Alardean con desaire su sapiencia alborotada, creen saber mucho de muchas cosas cuando, realmente, lo saben todo de nada. Nos hablan como si hubieran creado la palabra. 

No eludamos nuestra responsabilidad poniendo nuestro corazón en sus manos. Se lo comerán a bocados para vomitarlo cada 4 años, jurándonos desde un altar que lo han cuidado como si fuera suyo. Al cabo de unos días te lo encontrarás despedazado en el suelo y allí estarán, con su mejor sonrisa, esperando a que lo reconstruyas para que vuelvas a entregárselo. 

Aunque a veces duela, seamos dueños, al menos, de nuestro corazón. 


Hablando de educación

Es martes y…

Se entiende por responsabilidad, el valor que está en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos. Una de las profesiones en las que cobra una mayor relevancia, es el periodismo. 

La libertad de expresión lo traga todo, hasta que se empacha del traqueteo malintencionado del teclado de algunos iluminados por el flexo del poder. Es entonces, cuando la información se convierte en un vertedero de letras, donde la moral trata de sacar la cabeza para poder respirar. 

Últimamente, se ha intentado desprestigiar el trabajo de una parte del sector educativo, con la premisa de que la contaminación ideológica, no solo es una mera insinuación, es un bombardeo constante. En clase de biología, los leucocitos llevan capucha y las plaquetas pasamontañas. 

Aunque se crean el ombligo del mundo, y no sean más que un bolígrafo desafinado, conservan intacta la capacidad de infectar la opinión de todos aquellos que vendieron su alma a cambio de no pensar. Espero que vuestros amos os saquen a pasear los días soleados, os lo habéis ganado. Supongo que se sentirán orgullosos de habeos amaestrado de una forma tan brillante. 

Quien alecciona por decreto y ejerce la sumisión, vive dentro del boceto secreto de su prisión.

Dulce navidad

Es martes y…

Pasa que cuando los hilos se manejan desde arriba, suele salir el día nublado, todo parece que está en su sitio, cuando todo está desordenado. 

Sufrimos la empitonada clásica de todos los años por estas fechas. Le ponemos una melodía pegajosa y aquí está la navidad, pon tus sueños a jugar. Una celebración fundamentalmente religiosa, y que pretende conmemorar un hecho histórico sucedido entre la miseria más pura, se convierte en el festival del derroche y del yo llevo más bolsas que tú. Han conseguido, con unos cuantos anuncios y unas cuantas sonrisas de plastilina, el sueño vaticano, ahora sí, todos somos creyentes, fervientes mensajeros del consumismo y pescadores de rebajas. 

Por un momento, me gustaría alcanzar, en un estado de recogimiento, la paz interior, cerrar los ojos y sentir el silencio, pero sería inútil, las rebajas de enero volverían para soliviantar mi calma. El pregonero Dindondin ha pisado las fronteras y su grito ha dado la vuelta al globo, las pilas de su garganta no entienden de gripes ni de catarros invernales. Caben en su abanico de novedades cientos de absurdeces absolutamente imprescindibles. 

Nos pican despertando a la fiera, como el mosquito de la malaria. Como un referéndum burgués cualquiera, sellado con tinta proletaria.

Agur Nelson

Es martes y…

Llegó la triste noticia y comenzaron a sacar brillo a los altavoces del halago interesado. Todos querían su minuto de gloria frente al televisor, para mostrar que eran los que más sentían la dura pérdida. Todos firmaban su legado de igualdad y su rechazo a cualquier tipo de discriminación. Por un momento, pensaba que los malos se habían rendido. Qué bonito cuadro y que montón de flores hay en el campo.


Ésos que llenan de palabrería las pantallas son los mismos que deniegan el derecho a una sanidad digna a todas aquellas personas que carecen de esos malditos papeles. Son los mismos que siguen llenando Melilla de cuchillas y alambradas asesinas, como si de una pesadilla se tratara. Espero que os mordáis la lengua la próxima vez que pronunciéis su nombre y el veneno inunde vuestras podridas conciencias. 

Se puede decir más alto, pero no se puede ser más hipócrita. Vuestros discursos de cartón ya prenden en la hoguera del fariseísmo, el humo ha llegado hasta el cielo y Madiba se ha puesto a llorar. 

Con los pies hundidos en el barro y desde una patera de cristal, alzaste la voz, en paro, de los que no pueden gritar. Que la gente de bien te guarde en su memoria. Nos vemos a la vuelta de la esquina, Mandela.

Premio de cartón

Es martes y...

Cuando se desfigura el objetivo original de un proyecto digno por intereses en papel de algodón con sabor a dólar, no sólo se desmoronan los silencios cómplices y las lágrimas de verdad, también se hunden las miradas limpias que volaron sobre la última voluntad del alma de Nobel. Ideó un premio como un reconocimiento a aquellas personas que hicieran algo extraordinario en beneficio de la humanidad sin más altavoz que su garganta.

Se desintegran, uno a uno, todos los valores que dignifican al ser humano cuando la honorabilidad y entereza de hombres como Luther King tienen que compartir madriguera en la lista de premios Nobel de la paz con desalmados de sonrisa maquillada como Obama, trileros del desaliento implacable de miles de inocentes que levantan cubiletes en busca de pan y sólo encuentran la última novedad de la industria armamentística. Han creado refugiados disfrazados de daños colaterales pintados de negro, abrazos inabarcables enterrados para siempre en arena que despeina el viento. 

Algún día el maquillaje se borrará y tu careta caerá al suelo. 

Si Alfred levantara la cabeza...

Con los ojos cerrados

Es martes y...

Quizás sea un mal sueño, una tarde vacía o un despertar atormentado. Es más, todavía rezo para que así sea, para que no suene a un tic tac eterno o a un final que nunca acaba.

Quiero creer que no estamos huecos, que no somos autómatas disfrazados de etiqueta. No me resigno al silencio al comprobar que la palabra más escrita no es amor, suspiro, sentir o abrazo. No me resigno al tembleque del alma cada vez que no escucha contigo, reír, amigo o magia. 

Quiero creer en una mirada limpia, en dos labios que no se gritan. Tan solo aspiro a que las epidemias de sonrisas aniquilen a las inventadas por las grandes farmacéuticas, que la crisis del hormigón no endurezca el corazón y que los únicos recortes en educación los hagan los niños en cartulinas.

Quizás sea un mal sueño, una tarde vacía o un despertar atormentado.

Líneas invisibles

Es martes y...

Dicen que su patria es tan grande como única, que no quieren pieles que ennegrezcan su pasado. Dejan caer, como un rumor, que aquí no hay sitio para todos, que las vidas que ellos viven han de ser vividas en su cuna, mecidas por sus manos y regadas con su llanto. Alimentan, con sorna, la opinión de que simplemente son ordenados. Hacen gala de su gloriosa tierra, antaño limpia de colores, de sabores, de miradas.

No caen, sin embargo, en la cuenta de que esos antepasados de los que alardean tan orgullosos, no hicieron sino violar las semillas de cada pueblo que "descubrían", desmantelar cada costumbre ajena a su superioridad, caminar altivos sobre sus cabezas perforadas de extrañeza y saquear cada milímetro hecho ceniza a su paso.

Ahora, para culminar la obra, se les niega el paso humilde en busca de pan, que recorren sin querer devolver las monedas que tienen por cobrar. Pan violado, desmantelado y saqueado. Pan dolido, pan mojado en el fondo de algún mar.

jueves, 2 de enero de 2014

Ley innata

Es martes y...

“Con un ojo abierto y el otro entornao”, así pasan las noches. Duermevelas incansables que no pierden la ocasión de adoctrinar a golpe de ley. No sé cómo conservan inalterables las fuerzas para refrendar su propuesta de todos como yo o todos contra mí. Supongo que la adrenalina de la imposición es más fuerte que la resaca del sueño ligero. 

Ahora, nos ha tocado a todas. No se conforman con ser dueños de sus macetas, también quieren tener bajo control la regadera de la vecina. Se autoproclaman defensores del futuro, arrancando, si es necesario, los ojos al presente, y anhelando ese rancio pasado. Tienen registrada la patente de la moral, y salirse del redil conlleva pagar el peaje de la clandestinidad. Lo más grave, no es que lo piensen, es que hayan llegado a tener la mayoría absoluta para deshacer a su antojo. Ha sido el último hachazo del año, el último golpe frontal al raciocinio. Me niego a pensar que son lo que merecemos. 

No te creas nada de su protección, dicen que es niebla y nos queman la plaza. ¿Ser libre significa no tener opción?, enterremos su discurso y su mordaza.

Origen

Es martes y...

No quedan más que las ruinas de aquello que nos dijeron que seríamos, aquello que nunca fuimos y que ya no queremos ser. Hemos abierto los ojos y, después de que el sol nos cegara unos segundos, caminamos a la vera de una verdad ajena al ruido. Somos corazones avergonzados, nada más alienante para mi alma es ver tu sangre bombeando al ritmo de la nada enmascarada, camuflada de telediarios, amarrada al bombardeo de noticias y a la granizada caída de información.

Hemos creído saberlo todo, nos han dicho cómo soñar, cómo reír. Hemos aprendido a pensar, pero hemos dejado de sentir.