viernes, 3 de enero de 2014

Hablando de educación

Es martes y…

Se entiende por responsabilidad, el valor que está en la conciencia de la persona, que le permite reflexionar, administrar, orientar y valorar las consecuencias de sus actos. Una de las profesiones en las que cobra una mayor relevancia, es el periodismo. 

La libertad de expresión lo traga todo, hasta que se empacha del traqueteo malintencionado del teclado de algunos iluminados por el flexo del poder. Es entonces, cuando la información se convierte en un vertedero de letras, donde la moral trata de sacar la cabeza para poder respirar. 

Últimamente, se ha intentado desprestigiar el trabajo de una parte del sector educativo, con la premisa de que la contaminación ideológica, no solo es una mera insinuación, es un bombardeo constante. En clase de biología, los leucocitos llevan capucha y las plaquetas pasamontañas. 

Aunque se crean el ombligo del mundo, y no sean más que un bolígrafo desafinado, conservan intacta la capacidad de infectar la opinión de todos aquellos que vendieron su alma a cambio de no pensar. Espero que vuestros amos os saquen a pasear los días soleados, os lo habéis ganado. Supongo que se sentirán orgullosos de habeos amaestrado de una forma tan brillante. 

Quien alecciona por decreto y ejerce la sumisión, vive dentro del boceto secreto de su prisión.

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